Hojas que no son simples hojas de árbol: el ginko
La mayoría recordará la fama que adquirió el árbol el Ginko, o “Ginkgo”, Biloba hace poco más de una década. El mundo entero se sorprendió al conocer algunas de sus características y propiedades utilizadas en la medicina oriental, pero muy poco conocidas en occidente. También conocido como el “nogal del Japón”, e incluso como el “árbol de los cuarenta escudos”, una de los detalles que hacen que este árbol destaque es el hecho de que es único por no contar con parientes vivos.
Por esta razón, y porque existe desde hace 250 millones de años, también es denominado un “fósil viviente”, término que se utiliza para denominar a las especies que cuentan con una larga historia, conservan muchas características de como era su especie al inicio y, además, han sufrido una evolución muy lenta y gradual.
El sobrenombre de “árbol de los cuarenta escudos” se encuentra relacionado con el precio que se supone que un parisino pagó al obtener cinco árboles de ginko al comprárselos a un horticultor inglés, cada uno por el precio de cuarenta escudos.
Por su belleza, su figura y la peculiaridad de la silueta de sus hojas, es bien sabido que el ginko ha sido utilizado por la gente como adorno u ornamento de todas las formas posibles. Ahora, además de verla en términos estéticos, no podemos dejar de lado la enorme cantidad de propiedades farmacológicas que han hecho que este árbol consiga una fama envidiable a nivel mundial. Tanto en la medicina tradicional china, como en la herbolaria moderna, el árbol del Ginkgo ha comprobado sus acciones terapéuticas, consiguiendo que oriente y occidente coincidan y compartan su conocimiento
Una de las principales reacciones que las hojas del ginkgo tienen en el cuerpo es la del aumento de la circulación sanguínea en general. Esto tiene como consecuencia, por supuesto, que los tejidos del cuerpo obtienen un nivel de irrigación sanguínea mucho mayor. Este hecho, a su vez, hace que se lleve una cantidad elevada de oxígeno a todas esas partes del cuerpo que se encuentran más irrigadas.
Es usual que la falta de irrigación sanguínea provoque malestares como confusión, cansancio extremo, depresión, ansiedad e incluso pérdida de memoria. Estos síntomas, que suelen acentuarse con el paso del tiempo y que vienen acompañados con el envejecimiento de nuestro cuerpo, no son exclusivos de personas de edad avanzada, sino que podemos experimentarlos todas y todos en diferentes edades. Es por esto que el uso del ginko tiene la ventaja de que podría ser beneficioso prácticamente para cualquiera.
En otras investigaciones, también se ha llegado a la conclusión de que el ginko puede tener una función “antiaglutinante”, lo que haría que se previniera la formación de coágulos en el cuerpo, que representan un riesgo muy grande ante el padecimiento de trombosis, accidentes cerebrovasculares y crisis cardíacas. Algunos otros estudios de principios de la década de 2010, además, confirman que es de gran ayuda en el tratamiento del Alzheimer.
Como podemos ver, por estas y muchas otras razones, para la gente es muy simbólica la presencia del ginko en su vida. Muchas y muchos la utilizan como un símbolo de bienestar, de salud, de cercanía con la naturaleza y de esperanza de recuperación.